domingo, 22 de noviembre de 2009

Los últimos serán los primeros.

Me he despedido desde que ésto partió, la vida, desde el inicio nos comenzamos a morir y es el miedo que todos guardamos en nuestros corazones: La muerte.
La muerte representa el fin. El fin de las acciones, del objetivo, de una relación.
Un último adios, un último beso, un último abrazo..No son más que un esfuerzo por continuar abrazando,por continuar besando, por decir hola otra vez.
El último nunca es el fin, sino que el comienzo de algo, ya que si de verdad se quisiera dar muerte, simplemente se asesina, no se da el tiempo para vivir antes de la muerte.
Dada esta curiosidad humana, he aprendido que con los últimos siempre habrá un nuevo despertar, ya que existe el anhelo por continuar, por dar a entender que será el último y poner la gota dramática que desata la tortura, no muerte, y la ansiedad del otro por decir NO.
Si no existieran los últimos, nunca habría primeros. Pero, paradójicamente, los últimos que uno persigue nunca son los últimos reales.
Talvez fue un último beso, pero ¿Cómo saber si esa persona no te sigue besando en sus sueños?
Al final, lo único que queda por descubrir, es si algún día la primera despertará bruscamente al sospechar que la estaban besando, buscará un auto e irá en busca de un nuevo último, que por lo general pasa a ser un nuevo primero.
Como verán, soy una loca de mierda.

viernes, 30 de octubre de 2009

¿en qué voy a pensar?

Fue un minuto más solamente,
pero la habitación se abrió en dos, cortándome a mi y a mi pasado por la mitad.
Así fue como le dije adiós, de una manera fugaz y descompuesta, de la manera en que debían ser las cosas.
Aún en las noches más acogedoras lo recuerdo, y no necesito de estímulos para extrañarlo.
Me sobra la capacidad de sentir, me falta la de actuar.
Mis rodillas se doblan por el peso de la culpa y mis ojos son sólo dos pantallas que ocultan un fracaso irresponsable.
Me gustaría, talvez, ser mejor y contentarme a mí y a todos. A todos porque uno es parte de todos, a mi porque todos son parte de mí.
Y en el minuto del despegue, aún siento tus brazos en los míos y tu suave murmuro que me tienta a soñar que es posible.
Pese a eso, lo posible se torna enjuto en el trayecto y sé que me pesará.
No quiero, no quiero ser esa persona que anhelo, es tan cómodo sentarse a ver una mejor imágen de tí misma, una imágen que todos querrían tener.
Y al momento de irse a acostar; en qué voy a pensar?

martes, 1 de septiembre de 2009

Canción corta-venas-con-cuchara-pero-feliz.

y aunque el sol no salió ayer
y aunque hace algunos días que no vemos el mar
hoy es un día distinto, para empezar

y aunque ayer no te llamé
y aunque hace algunos días que tu no lo haces ya
hoy es un día nuevo, para intentar

Hoy te haré sonreír, ya verás amor
la luna volverá a salir
y pensaremos juntos otra vez
en un mundo mejor.

..lalalalalalalalalala..
canción cursiland.

domingo, 30 de agosto de 2009

Cortos 1

Tenía en su mano una cuchara, con la que cada cierto tiempo revolvía su café.
Sabía que estaba en una casa de putas, pero ahí el café tenía sabor a canela y olor a jazmín.
De vez en cuando echaba una mirada nerviosa a los transeúntes que transitaban por el corredor.
Viejos decrépitos, mujeronas baratas y un par de chiquillos torpes que se tocaban con disimulo en el vestíbulo de espera.
El olor era algo parecido a una cafetería en donde todas las mujeres usaban perfume con olor a pachulí, con grandes cantidades de alcohol.
- ¿Cómo te llamas, bonita?
Alicia miró descuidadamente al hombre que se había sentado a su lado sin que ella se hubiese percatado. Era un jóven de pelo enmarañado, mandíbula ancha, naríz enjuta, labios resecos y ojos inundados de un azul profundo.
Parecía un soldado de vuelta al hogar. Sonreía afable y francamente, mientras se mordía un costado del labio. Su pelo claro se confundía con la oscuridad de sus cejas y su mirada se condensaba en un lugar ajeno a este mundo.
- Tranquila, si quieres me marcho. - Dijo sin dejar de sonreír, al ver que Alicia volvía la mirada hacia el corredor.
- No tienes porqué, yo lo haré en un segundo - Dijo ella sonriéndole amargamente.

jueves, 27 de agosto de 2009

Una cara felíz.

Me parece que hoy me visto de recuerdos
y que por la vereda de tu calle recojo el carísma de tu voluntad.
Me parece que hoy el clima es distinto
y se saborea en el ambiente la partida de tu estar.
Se siente desbordante, pesado al andar. Tus manos en mi cuerpo nunca dejan de tocar.
No sé ya si te importa, no sé el sábado que harás..La vida ya no se siente y no sé dónde pisar.
Vomitiva sensación, no me deja escribir, se apodera de mis manos y borra la expresión de mi rostro..Desenfrenada desición.

domingo, 16 de agosto de 2009

Ya no sé.

Te miraba con recelo desde el otro extremo de la habitación
Sonreía al respirar, y cada sonido era eterno.
La vida daba vueltas alrededor de la casa y tu no la veías.
Estabamos ciegos por pensar que ya no era así.

Una risa, un despertar
no digas nada, que ya va a madrugar
la vida, no la esperes, es una carrera sin cesár,
no la mires, no respires, te contestará.

Sometimes, unas flores,
un cariño que se va
Sometimes, un ramo,
un amor que volverá.

Puras webadas, estoy escribiendo
Puras webadas.

domingo, 28 de junio de 2009

El miedo en ti

Desnaturalizarme en tu piel
y despertar en tus labios
es así como lo siento
siendo tan de antaño

Queriendo creer
que ya no hay nada que sentir
cuando la vida pone fin
a los sueños mal logrados

Amanecer en tu boca
susurrando tanto en tanto
gemidos sin expresión
manos sin encanto

Un alma tan antigua
que no cae en la cuenta
del florecer de la mentira
del sutil intento de verdad

Si te amo no me engañes
ya te he dicho casi todo
sólo que de a poco a poco
va surgiendo la ambiguedad.

Que viene con el miedo.

Canción sin y para con sentido.

Estrecharte la mano y saber

que en un mundo paralelo las estrellas colicionan

con la ventana puesta al revés

electrizándonos bajo la luz de mi perchero

vagando por el cielo tapizado por tu y yo

por tu y yo, y el piso bajo el mar de tantos usos

ya no está la vida sin vos

ya nada queda si no tengo lo mejor

cada día, gota a gota, cafeína

olor a

sueños de infancia, hojas mojadas

un atril y una fantasía

y allí sentado esperando.

Lo mejor de mí.

domingo, 17 de mayo de 2009

Que no te falte.

A veces, cuando la noche se traga el aliento e inunda las calles
la vida se me hace como una magdalena
y se me hace así no casi siempre, sino de vez en cuando
no de vez en cuando, sino que siempre
Porque la vida es cuánto te amo
si te amase como le amas tu al cielo
como le da risa aquí al llanto
como pasamos de un extremo al otro en un segundo.
Por el camino, cantando.
y ya luego de eso es un minuto y ya
que ya estamos ambos acalorados
y que el suelo de tu cuarto se vuelve fuego
abraza, toca, que la vida se va.
Si supieras, tanto, cuánto te amo.
La ropa allí tendida
Tan risueños y tranquilos
tan sólo pensando en las horas de hoy.
Ingenua un poco, sí
Más vale que no somos cuerdos
y al cabo nadie lo es
No al fín, al fin muchos lo son.
Sube por mi espalda y deja recostarme en tu pecho
Dame algo de tu alegría
que yo te daré el sol mañana a mañana
y aunque vaya a estar bajo las nubes
nunca te faltará su luz.

jueves, 14 de mayo de 2009

Irresistible contradicción.

A veces, sólo cuando te das cuenta de lo difícil que es dar un beso compartido, te dices
some times (8)
te dices ¿Porqué? Y entonces ahí entro yo, vestida de rompe-corazones, guitarra electroacústica en mano, mirada fulminante, labios resecos de alcohol.
Tu mirada perdida en los milagros del encierro, tu mano tratándo de encontrarme entre la atmósfera nebulosa, olor a tabaco mal logrado, a hierba. Tu corazón, gritándo desde tu estómago, amor, porvafor, amor.
Con tu boca no lograbas comprenderme, con tus oídos mucho menos y ya tu naríz no tenía olores que recordar.
Simplemente un beso fugaz y horas de soledad.
Tanto por qué llorar y tanto por qué olvidar. Más con tantas ganas de soñar. Tantas ansias de soñar, soñar con vos, amor.
Irresistible, me uno a la desgracia generalizada, imperdonable, es sólo que ya no puedo dejarte partir.

jueves, 12 de febrero de 2009

El del vidrio y el de ayer.

Vi la tienda de regalos y pensé: Bah, que bobada. Habiendo tantas cosas por hacer.
Me senté, entonces, a la orilla de la vereda, meditando sobre cómo no hacer ninguna de esas cosas sin sentirme irresponsable conmigo misma.
Como no hallé una respuesta coherente, me paré dignamente, dispuesta a afrontar la verdad.
¿La verdad? Más bien la tienda de chucherías. Yo amo las chucherías. Pero es extraño, ya que me gusta olfatear y entretenerme buscándolas, me gusta soroprenderme al encontrar alguna antiguedad, en esos galpones viejos con olor a tuberculosis. Me encanta. Pero no me gustan esas casas llenas de cositas por doquier. Lo detesto. Esos pequeños elefantes de vidrio sobre la mesa, esas cajitas plásticas de joyas, esos regalos de familiares que no saben qué es lo que te gusta, entonces claro, te compran un florero, o peor, un candelabro.
Pero no uno bueno, uno decente, no, esos de colores, ordinarios, comprados a la rápida en algun supermercado...Y con el precio, claro. No se te vaya a olvidar que gastó más de dos pasajes en bus por ti.
No me gustan los elefantitos de vidrio. Los encuentro una farsa. Cómo algo tan poco delicado iba a terminar sirviendo de musa para hacer una estatuilla de ¿vidrio? Demasiado poco ortodoxo.
Con esa me acuerdo de una pelicula para niños, a ver si adivinan cuál es: Muy poco ortodoxo. Fue la primera vez que la escuche, que verguenza.
De todas formas, me gusta buscar pero no buscarles lugar. Una niñería de mala vendedora. Es como si encontrar fuera la máxima aspiración, después de eso, que lo incineren.
No, no es para tanto. Pero al menos venderlo. Venderlo y saber que esa persona si lo aprecia.
Necesito encontrar (necesito, creo que es una palabra tan mal desarrollada, debería ser nesecito, claramente, y si se me sale el nesecito, es de mi alma anarquista, no es por falta de ortografía. Talvez un poco, si, sólo un poco y un talvez.) un cuadro.
Y es porque no fui capáz (capáz? como porno española) de pintar uno de mi propia mano.
Y es que esas son las cosas que debería estar haciendo, pero hace tanto calor como para estar pintando en el patio. Era para Ignacio. Obvio que se lo voy a pintar, fue un trato. Esos acuerdos quedan de por vida, no hay más que hacer. No puedo comprar uno, que vulgar.
Deberé entonces, sentarme en el patio a pintar. Suena tan bonito. Pero sé cómo es mi patio y no, no dan ganas de pintar ahí. Entre la ropa tendida, el rayo de sol que cae justo para dejarte como un topo y las personas y gatos que circulan, no, no gracias.
Pero en realidad no hay más opción que esa. La verdad, dudo que Ignacio se acuerde. Es más, sería ridículo que se acordara. Es más, yo soy ridícula por acordarme y, fuera de todos los plazos, pintar y regalarle posteriormente el cuadro.
Es una humillación, como haber entrado a esta tienda.
Pero ¿y qué más puedo hacer? Se lo prometí y para mi eso vale. Talvez no lo hice cuando era a dock, un gesto de gentil humildad y resignación, pero bueno, no pude hacerlo esos días. Y después si, pero me caí en un montón de ideas. Y ahora me duele el estomago cada vez que abro el closet y está allí, mirándome con esa cara pálida y deslavada, irregular y chata, pidiéndome que lo saque al sol.
Ea, que hablo de la tela, hombre. No faltaba más. Media obsesiva y culpógena seré, gracias, pero nada más. Y está.
La verdad es que otra de las cosas era escribir una nivola (so sorry Unamuno) en este espacio, ya ocupado y repleto de una cadera de consciencia más o menos ordenada, un mini monólogo molesto y estridente, o talvez demasiado prudente, que nada tiene de nuevo ni de atractivo. Pero ya no lo hice. Lo tendré que hacer mañana (en sentido figurado, como el cuadro y todas esas cosas que se llevan las lagunas de mi mente y me reavivan el sentimiento de culpa y de irresponsabilidad, más que flojera como tal, otras cosas consumen ahora mi energía, pero las tareas por cumplir quedaron estancadas, talvez por algo más apropiado, pero aún asi, deberia ir y destapar el baño, asi se va la mierda). Ah, mañana, mañana. Mañana ya es hoy y ayer ya es mañana. Qué locura, amor, que demencia. "Amor amor" siempre me sonó un poco descabellado, como que el "amor" de por si ya es un poco loco. Y por eso atrae, todos tenemos un poco de locura esperando a ser expresada. Un pequeño frasco de amor amor concentrado, en spray pero con opción de abrir el frasco y escupirlo entero. Ah, cacharel. Ah, mañana. Ah, que boluda.
Únicamente espero lograrlo. Asi me sentiré completa, con mi maquinita de coser. Arreglar la silla y comprar un mantel. ¿Qué mantel? Ah, la tela. Si, la tela si. Tengo que hacer un patchwork y copiarle la idea de ese bonito bazar. (Risa de duende maligno, ahh, la odio).
Estoy atrapada en la tienda de regalos. Tengo que ir a mi casa a pintar y coser y pintar y engrapar. Pero no puedo salir asi como asi. Entrar, quedarse parado como atarantado y salir sin comprar nada. Que ridículo todo esto. No, ya no puedo salir.
Tendre que comprar una de esas bolitas con nieve o..Si, no..Mejor no, uno de aquellos elefantes de vidrio. Así me recordará que no puedo volver y que debo pintar ese cuadro. ¿Me da uno? ¿Cuánto? Ah, si. Ahi está. Muchas gracias.
Lo tengo, ¡Tengo al elefantito de vidrio! y la puta que lo parió.

sábado, 10 de enero de 2009

Maletas

Que ya no quiero más de tus miradas
Sólo un beso de despedida
Tomar tu maleta y ayudarte a partir,
no mires atrás, amigo, llorar sólo nos va a herir.

Quiero enseñarte a mirar el mundo
Sé mis ojos y conoce por mi
Vete a países a los que no podré ir
Yo te recordaré al irme a dormir.

Sé lo que sientes, cómo aguantar
tus ojos en los mios, sin querer besar
esa boca mía, que se quiere escapar.
Tranquilo, no tenemos que olvidar.

Te voy a ayudar a olvidarme
Sé que tu también lo harás
No tenemos que extraviarlo
pero al soñar nos dolerá aún más.

Déjame llevar tu maleta,
amigo mío te diré
que te amo más que a nada,
pero a ese avión, no subiré.

Nos veremos en un sueño
y con calma te diré
un mil te quieros
hasta pronto, volveré.