domingo, 17 de mayo de 2009

Que no te falte.

A veces, cuando la noche se traga el aliento e inunda las calles
la vida se me hace como una magdalena
y se me hace así no casi siempre, sino de vez en cuando
no de vez en cuando, sino que siempre
Porque la vida es cuánto te amo
si te amase como le amas tu al cielo
como le da risa aquí al llanto
como pasamos de un extremo al otro en un segundo.
Por el camino, cantando.
y ya luego de eso es un minuto y ya
que ya estamos ambos acalorados
y que el suelo de tu cuarto se vuelve fuego
abraza, toca, que la vida se va.
Si supieras, tanto, cuánto te amo.
La ropa allí tendida
Tan risueños y tranquilos
tan sólo pensando en las horas de hoy.
Ingenua un poco, sí
Más vale que no somos cuerdos
y al cabo nadie lo es
No al fín, al fin muchos lo son.
Sube por mi espalda y deja recostarme en tu pecho
Dame algo de tu alegría
que yo te daré el sol mañana a mañana
y aunque vaya a estar bajo las nubes
nunca te faltará su luz.

No hay comentarios: